Los polacos Eastern Spirit modificaron en su garaje esta Suzuki GS750 transformándola en una cafe racer con un toque muy clásico. Esta GS750 de 1977 tiene todas las cualidades necesarias para ser una base perfecta para construir una cafe racer de concurso.
El chasis, que ha sido modificado para adaptar al estilo cafe racer, se ha cerrado posteriormente por la parte del subchasis y realojado la batería. Todo el chasis ha sido chorreado de arena y pintado al horno.
El asiento con base metálica y tapizado en negro ha sido fabricado a mano por los mismos Eastern Spirit. También han hecho a mano el colín al que le han integrado el piloto trasero. El depósito original con un tapón de cierre deportivo tipo Monza. El nuevo faro delantero, que proviene de una antigua moto polaca, incluye el cuentakilómetros, la llave de contacto y los leds indicadores. Prescinde de los grandes intermitentes originales para montar unos mini intermitentes ovalados en la parte posterior e inferior.
Se ha rehecho el guardabarros delantero y prescindido completamente del trasero. Estriberas retrasadas para una conducción más deportiva. Semimanillares para esta cafe racer con un pequeño espejo al final del puño izquierdo. Latiguillos de freno provienen de una GSX donante.
Colectores 4-1 de GS850 con escape tipo cónico.
El motor DOHC de esta Suzuki GS750 se ha repasado por completo cambiando los segmentos, la cadena de distribución y el embrague. En los carburadores, pintados de negro, se han montado unos filtros de tipo campana (también conocidos como velocity stacks). También un pequeño filtro de los gases de motor.
Se han montado neumáticos nuevos y los aros de llanta pintado al horno y vuelto a radiar con radios de acero inoxidable. Nuevos amortiguadores traseros y suspensión delantera ha sido bajada unos centímetros para mantener la línea horizontal de la moto.
El trabajo general de pintura pasa por un negro brillo en chasis, depósito y colín, con un detalle en plata que cruza estos dos últimos longitudinalmente. Para el motor se ha optado por el negro mate manteniendo la tornillería en cromado. Sin duda un trabajo bien hecho con un acabado minimalista pero con mucha clase.